jueves, 4 de noviembre de 2010

El Arte por el Arte

Lo cuenta Yuri Trifonov –el autor de La Casa en la Orilla- en su novela Estudiantes. Estando el pintor Vereschaguin en Asia Central al lado de las tropas rusas trabajando en uno de esos cuadros suyos tan llenos de cadáveres y en los que tan cercana se siente la muerte, quedóse en un momento dado sin modelo para pintar. Un solícito oficial se puso inmediatamente a su disposición y mandó fusilar a uno de los prisioneros de guerra hechos en algún combate anterior para que el pintor pudiera continuar su obra.















La anécdota –verdadera o falsa no lo sabemos- sirve a Trifonov (al Trifonov de 1950, en pleno realismo socialista) para criticar las teorías de los partidarios del “arte por el arte” y para defender la necesidad de que los artistas se comprometan con la transformación de la sociedad de su época.
El argumento se repite en una película de 1994, Before the Rain, ambientada en la Yugoslavia en guerra de la época. En ella, un fotógrafo también logra unas excepcionales fotografías que le valen el reconocimiento en su profesión… a costa de la vida de los modelos.
¿Cuántas otras obras de arte guardan, como éstas, algún que otro cadáver en el armario…?

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